
Para la dulce añoranza de los recuerdos inventados. Escribo:
Para que las palabras no se quejen de que no las recuerdo y las dulces flores que se me presentan, no sientan que las instancias de existir en mi mente no valen el cielo brillante de las mañanas. Para poder dormir sin un circo en la mente y despertar con ideas mal hiladas de sueños reales mezclados con fantasías de cotidiana vida. Doy mi tiempo a sangrar en tinta.
Una vida plasmada en letras sin causas y palabras fáciles escritas enredadas, me distraen del recuerdo de aromas lejanos y compromisos para mañana.
En fin, para morirme entre papeles fantaseados y no matar mi vida olvidándolos y esperándolos.