viernes, 13 de agosto de 2010

Debajo de la monotonía del planeta



Para el día cuatro es jueves. Un jueves nublado donde por una extraña razón el agua nos flota en la cabeza. ¿Pero eso a quien le importa?. Para el día cuatro es de día y una bola gigante luminosa nos rostiza la mollera ¿Pero eso a quien le interesa? . Para el día cuatro es de primavera, al mundo se le ocurrió volverse una sicodelia del suelo al cielo ¿Nos iremos a morir por eso?. Para el dia cuatro al cielo se le ocurrió llorar, demasiado para mi gusto ¿Nos volveremos peces, por eso nos da tanta agua?

Bueno, yo solo puedo decir (al final del día ya) que para el día cuatro es un día laboral, sin preguntas para la gente del metro.


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